El Salvador se ha convertido en el primer país en establecer a Bitcoin como moneda de curso legal. En un post anterior, Komodo mencionó algunas generalidades y consecuencias de dicho suceso. Pero, ¿cuál es el contexto? ¿Cuáles son las razones por la que esto ocurre y pudiera ocurrir en otras latitudes? ¿Qué se puede esperar? Komodo intentará dar respuesta con mayor detalle a tales interrogantes.
El Contexto
Para aquellos que no están familiarizados con la geografía de este país centroamericano, El Salvador es un pequeño Estado que colinda con Guatemala y Honduras, con alrededor de 6.4 millones de habitantes, tiene una importante densidad demográfica en comparación con sus vecinos centroamericanos. Su economía, relativamente industrializada, es altamente dependiente de las exportaciones (manufactura offshore, textiles, productos agrícolas como el café y el azúcar, etanol, químicos varios, hierro y acero).
Al mismo tiempo, la economía salvadoreña sufre de altos niveles de desigualdad, y se considera que hay elementos de pobreza estructural muy presentes en la sociedad. Como resultado, hay una fuerte presencia de factores relacionados también con la violencia (de los cuales destaca aquella entre grupos y bandas organizadas en zonas urbanas), lo cual ha dejado a El Salvador como un país con altos ratios de asesinatos y crímenes.
De otra manera, un punto resaltante se refiere a las ventajas de su sector energético, casi el 50% de su electricidad se genera de fuentes renovables: centrales geotérmicas e hidroeléctricas cumplen con proveer respectivamente, poco más de una cuarta parte de la producción energética total. E igualmente, hay en la actualidad un crecimiento de los sectores de las energías eólica y fotovoltaica.
En cuanto a su desarrollo histórico, El Salvador fue afectado por un conflicto civil desde 1980 hasta 1992, cuando se realizó un acuerdo de paz entre las partes. Sin embargo, hasta la fecha, quedan recelos y divisiones políticos y sociales derivados del conflicto, lo cual se había reflejado en las agrupaciones políticas dominantes. En 2019, Nayib Bukele, un independiente no alineado a los movimientos políticos tradicionales, gana las elecciones presidenciales, prometiendo luchar contra la corrupción y la violencia de las pandillas. Asimismo, Bukele se ha enfrascado en varios programas de reformas políticas y financieras, medidas que no han estado exentas de polémica por aparente erosión en el sistema democrático de un país que es aún bastante frágil institucionalmente.
Como nota destacable, a partir del 2001, El Salvador se embarcó en unas ambiciosas reformas monetarias, cuyo resultado más importante fue la implementación (en principio, impopular) del dólar estadounidense (USD) como moneda cooficial, junto al nacional colón. Pasados 3 años, el uso del dólar había desplazado totalmente al colón, que dejó de circular y no fue usado más en transacciones regulares. Algunos consideran que el uso del dólar ha estabilizado a la economía salvadoreña a pesar del shock inicial causado, y a pesar de la impopularidad de dichas reformas inicialmente, como de su bajo impacto en cuanto a la dinamización económica, hoy en día su utilización es plenamente aceptada por la sociedad.
Camino a la adopción nacional
En junio del 2021, Bukele introdujo legislación para hacer al Bitcoin una moneda de curso legal en el país, medida que — debido al control de Bukele sobre el parlamento—, fue aprobada rápidamente y sin oposición. El cambio se hará efectivo en septiembre, una vez se cumpla el plazo de 90 días dispuesto por la ley.
En efecto, Bitcoin ha demostrado ser un foco bastante llamativo, tanto por su factor tecnológico, como por ser un elemento útil, así como diversas figuras importantes dentro del espacio cripto y la política que han influenciado las opiniones sobre la primera criptomoneda en el mundo. Bitcoin ha demostrado ser extremadamente volátil, pero también provechosa para muchos, sobre todo en un momento donde el dinero fiduciario se ha visto difícil de consignar en medio de una pandemia que azota al mundo entero; es allí donde BTC, ante la incredulidad de algunos, toma protagonismo, justificación que parece haber tenido Bukele.
Justamente, no es ningún secreto que la tecnología Blockchain ha acaparado la atención progresivamente, en todas aquellas distintas áreas en las que pudiese ser usado, pero en su principal sector, el económico, ha sido duramente criticado por unos, y elogiado por otros. Es importante decir que desde la llegada reciente de Bukele a la presidencia de su país en junio del 2019, no ha tenido un proyecto tan ambicioso como el de ahora. Bukele se ha referido a dicha ley de la siguiente manera: «Traerá inclusión financiera, inversión, turismo, innovación y desarrollo económico para nuestro país». Por lo que, francamente busca llamar la atención de nuevos inversores, quienes podrían ver en este pequeño país una ruta segura para transar en Bitcoin, o incluso un posible paraíso fiscal. Sin duda, será clave visualizar desde la perspectiva nacional e internacional el movimiento en este país en relación a la prestigiada criptomoneda, previendo que otros países puedan verse afectados y tomen sus decisiones definitivas sobre el mismo tema, para una adopción masiva.
Hablando de motivos...
No hay duda de que Bukele busca incentivar la economía de su país e igualmente popularizarse ante el mundo con una decisión bastante polémica, ya que, a opinión de muchos analistas, es bastante arriesgado. Sin embargo, toda la maquinaria se ha puesto en marcha, se ha realizado una promoción enorme, donde el propio gobierno por medio de la wallet Chivo, estará regalando 30$ en Bitcoin a toda la población salvadoreña, así entonces se promoverá su uso como moneda de cambio, siempre que se cumplan dos requisitos: ser salvadoreño y registrarse por medio de reconocimiento facial en la app. Este último aspecto, pudiera ser mal visto, ya que para obtener el regalo, las personas deberán dejar su rostro registrado y realmente esa información pudiera tomarse para diferentes fines, por lo que las críticas sobre este aspecto de la privacidad se han acrecentado.
Así mismo, un factor clave en la adopción de Bitcoin en El Salvador, recae en el sistema de remesas. Las criptomonedas ofrecen en teoría una manera fácil para enviar dinero, traspasando fronteras de forma electrónica, sencilla y económica, sin depender de empresas especializadas en remesas, que normalmente cobran una alta tasa de conversión. Algunos datos del Banco Mundial demuestran que las remesas en el país centroamericano representaron una cifra cercana a los 6,000 millones de dólares, que figura en una quinta parte del PIB del año 2019, básicamente una de las tasas más altas del mundo. Es allí donde se tiende hacia una facilidad en la recepción y conversión de remesas por medio de la tecnología blockchain, aunque a nivel mundial esta forma sigue siendo irregular, bastante difícil para la población, quienes aún desconocen del tema. Por ende, el gobierno, parece priorizar una campaña informativa sobre Bitcoin y su utilización como medida inicial.
No obstante, quizá el gobierno de Bukele se esté preparando para recibir sanciones por parte de EEUU y Bitcoin sería una buena opción para evadirlas, porque como Estados Unidos no tiene control sobre Bitcoin, el dinero podría circular libremente, sin ningún tipo de problema. Situación similar se observó en Venezuela cuando EE.UU. impuso sanciones, que el gobierno venezolano mitigó a través de ciertas criptomonedas, especialmente Bitcoin. Lo que pudiese suceder en El Salvador es incierto, pues mientras las expectativas viran hacia el desarrollo, la inversión y la tecnología. Será el tiempo el encargado de juzgar las acciones con motivación económica o política que se están tomando ahora y en el futuro.
Conclusiones
Para finalizar, es conveniente mencionar que El Salvador asume una gran responsabilidad con los amantes de las criptomonedas, por ser el primer país que toma una decisión tan arriesgada. Sin duda, Nayib Bukele quedará enmarcado en la historia. Fervientemente apuesta por la tecnología blockchain, y dicha tecnología no sólo se podrá emplear en lo económico, sino también en otras áreas, que envuelven lo político, la educación, la salud, entre otros sectores importantes dentro de las esferas sociales.
Es un gran paso para la industria, pues Bitcoin ha logrado en muy poco tiempo globalizarse y El Salvador ha tomado la delantera en su adopción legal, ya que ha llevado al ecosistema cripto hasta lo más esencial de su economía y sociedad, haciendo realidad lo impensable para muchos, tanto adeptos como críticos.